En una nota publicada hoy, Ambito.com analizó los cambios previstos para la ley de Bienes Personales con un informe que resaltó que, por efecto de la inflación, “algunos contribuyentes que están afuera podrán ser alcanzados” y que “el Gobierno espera recaudar unos $30.000 millones adicionales”. La nota destaca la opinión de Vicente Lourenzo, titular de Consultora LP.
Según explicó Lourenzo, que también es integrante de la Comisión Problemática Pyme del CPCECABA, “el impuesto se calcula sobre el valor al 31/12/2019, y esto significa que mientras todas las valuaciones van a estar actualizadas a esa fecha, los importes de la tabla no tienen previsto cláusula de actualización, generando una mayor exposición al impuesto”
El titular de LP también señaló que el efecto es más negativo sobre quienes tomaron un crédito hipotecario en UVA para comprar una casa, explicó que “es un impuesto al total de bienes, independientemente si se generó deuda o no”, e indicó que los deudores hipotecarios “van a padecer la actualización de sus pasivos y van a pagar sobre sus inmuebles como si lo hubieran cancelado en su totalidad”.
Además, Lourenzo también remarcó que “sería mucho más justo pagar sobre el Patrimonio Neto, es decir, sobre la diferencia entre el activo y su pasivo” antes que por el bien.
Compartimos la nota completa, firmada por el periodista Carlos Lamiral:
“El texto aprobado por la Cámara de Diputados para modificar el Impuesto a los Bienes Personales no contempla una actualización de escalas, con lo cual, con el correr del tiempo, habrá más gente pagando el gravamen, y gran parte de los que ya estaban alcanzados abonarán más porque pasarán a la escala siguiente, por efecto de la inflación.
Así lo advirtieron tributaristas y contadores. El texto aprobado determina que las modificaciones entran en vigencia en 2019. Por lo tanto, las valuaciones de bienes se harán al 31 de diciembre del año entrante, mientras que las escalas quedaron fijas a los valores de este año. El impuesto tiene un mínimo no imponible de $2.000.000 (antes era de $1.000.000) y se fijaron tres escalas: de cero a $3 millones; de $3 a $18 millones, y de $18 millones en andelante.
Vicente Lourenzo, integrante de la Comisión Problemática Pyme del CPCECABA, indicó que “el impuesto se calcula sobre el valor al 31/12/2019, y esto significa que mientras todas las valuaciones van a estar actualizadas a esa fecha, los importes de la tabla no tienen previsto cláusula de actualización, generando una mayor exposición al impuesto”.
Pero para Lourenzo el efecto es más negativo sobre quienes tomaron un crédito hipotecario en UVA para comprar una casa. “Es un impuesto al total de bienes, independientemente si se generó deuda o no”, señaló el especialista, quien indicó que los deudores hipotecarios “van a padecer la actualización de sus pasivos y van a pagar sobre sus inmuebles como si lo hubieran cancelado en su totalidad”.
El especialista indicó que “sería mucho más justo pagar sobre el Patrimonio Neto, es decir, sobre la diferencia entre el activo y su pasivo” antes que por el bien.
La idea original del Gobierno era derogar este gravamen a partir del año próximo, pero al final terminó alterando las reglas para los que exteriorizaron capitales, y para los buenos contribuyentes a quienes se les exceptuaba del pago en 2016, 2017 y 2018, por buen comportamiento. La modificación introducida en Diputados no fija un plazo de vigencia para el tributo. Sólo dice que estará operativo para los ejercicios fiscales 2019 y siguientes. También se genera otro efecto incremental. La valuación de las viviendas e inmuebles para Bienes Personales no podrá ser inferior a la del Impuesto Inmobiliario o similares que cobran las provincias. Ya este año, por ejemplo, en provincia de Buenos Aires hubo un revalúo fiscal de propiedades que alcanzó topes del 900%.
Se estima que algo más de un millón de personas tributa Bienes Personales, y que con los cambios podrían agregarse otras 250.000. Entre enero y septiembre el tributo recaudó $11.584 millones, con una merma de casi 30% respecto del año pasado, debido a la rebaja de alícuotas que venía aplicando el Poder Ejecutivo. Este año la alícuota era 0,25% y el año pasado era 0,50%.
Un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estima que en 2019 el tributo tendría una recaudación adicional de $30.000 millones el año próximo.
El gravamen es coparticipable, y por ello fue uno de los que el Gobierno tuvo que aceptar modificar por pedido de los gobernadores provinciales para poder aprobar el Presupuesto 2019.
Del total recaudado, se detrae previamente el 1,9% para el Fondo de Autarquía de la AFIP. De lo que queda se detrae una suma fija de $3.000.000 para el Incucai. Del resultante, se reparte 6,27% a las provincias para las cajas de jubilación que no fueron transferidas a la Nación. Y del 93,73% restante se distribuye 1% al fondo de Aportes del Tesoro Nacional (ATN), 41,64% queda para la Nación y 57,36% para las provincias.”
Publicado en ambito.com, 30 de octubre de 2018.